Por un momento pensé en crear una bitácora de nuestros momentos desde aquel 25 de marzo de 2001.
En ese año cayó el World trade center en Nueva york, tenías 6 meses de vida.
Los momentos eran nuestros en su totalidad, pues yo decidí alejarme de cosas sin importancia y estar a tu lado, eras un pequeño muy enérgico.
Vivíamos en un piso que tu abuelo alquiló para efectos de la nueva familia, todos los días a las 9 de la mañana salíamos a tomar el sol, tu madre estudiaba en la escuela de medicina, yo estudiaba química, una suerte de Breaking Bad a la larga.
Pasaba el tiempo y tú y yo escuchábamos a dream theater cuando no había nadie en casa...
Solíamos viajar a Santander de Quilichao todos los fines de semana a la casa de la abuela mi vida,
ese es un resumen escueto de tu primer año de vida, por ahora me desconecto y recordaré más con el tiempo el terrible tiempo.
Con antelación te deseo feliz cumpleaños, hijo.
Hora España, Cartagena
Oda a un pequeño Gigante.
En este momento se habla de política en el país, mientras los campos dejan de ser verdes por la falta de labriegos, quienes en las ciudades buscan suerte...
En este momento también la suerte me mira de soslayo, pero algo falta, como si me convirtiese en una especie de Jose Arcadio Buendía en espera de la última revelación de los gitanos.
Por ahora sigo el camino que traza la cruz del sur, pues al norte no hay medianos, gente de bien ocupada en asuntos de la tierra...
Desde la lejana tierra donde naciste, en la que ahora se vive la desolación
Un aullido de dolor lanza en la noche de llena luna un joven lobo, que perdido en los bosques deambula en busca de lo que extravió alguna vez hace ya un par de años...
NO olvides, porque la memoria es lo único que mantiene vivas las emociones.